Un trágala más impuesto por la entidad Bankia a los clientes de participaciones preferentes y obligaciones subordinadas al canjear de manera unilateral y obligatoria estos productos tóxicos por acciones de la entidad. Para los clientes de preferentes y obligaciones implica una perdida económica sustancial en capital en los productos originalmente suscritos que a la hora de su venta, los empleados de Bankia comercializaron como productos financieros similares a un plazo fijo garantizado y totalmente recuperable cuando el cliente dispusiera.
Nueva vuelta de tuerca a los afectados de Bankia en el fraude bancario europeo de mayor magnitud perpetrado por la entidad financiera española que afecta a más de 400.000 personas que se ven accionistas de manera forzosa y sólo pueden optar a la improbable recuperación de unas acciones absolutamente devaluadas o recurrir a la justicia, mediante demanda judicial en reclamación de sus ahorros perdidos pues se les vendieron unos productos financieros complejos y de riesgo saltándose lo que prescribe ley y sin advertirles de la verdadera naturaleza de estos productos mediante tácticas de comercialización engañosa.
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