Los miles de clientes de BANKIA que aceptaron el canje de participaciones preferentes por acciones de esa entidad tienen ahora la posibilidad de reclamar judicialmente la devolución de sus capitales perdidos. Estos clientes, apremiados en marzo de 2012 por los empleados del banco a realizar la conversión de participaciones preferentes en acciones, realizaron un canje de caracter fraudulento pues las acciones de BANKIA estaban artificialmente sobrevaloradas en un momento en que la entidad tenía un agujero contable de desproporcionadas dimensiones.

En esto consiste precisamente la segunda estafa de BANKIA a sus clientes: tras la venta de participaciones preferentes de alto riesgo sin información e incumpliendo lo dispuesto por la legislación vigente forzó a los mismos a suscroibir unas acciones finalmente ruinosas y actualmente suspendidas de cotización en bolsa.