«Cada vez que iba [a la caja] decía: ‘no quiero que el capital se toque’. No quiero arriesgar. Si me dan menos intereses, no pasa nada». Y decían que no había ninguna preocupación, que todo era facilísimo», contó ayer Adelia Ros, una clienta de la CAM que ha ganado a la caja la batalla por el derecho a recibir la información necesaria antes de realizar una inversión, sobre todo cuando de por medio hay una entidad extranjera y uno puede perderlo todo.
Que podía quedarse sin 134.395 euros es lo que no le dijeron en Caja Mediterráneo (CAM) aunque ahora Adelia está «contentísima» por una sentencia que planea celebrar con su familia: cinco hijos -uno murió-, veinte nietos y cuatro bisnietos. «Encontrarme eso no lo esperaba. ¡Era dinero!», recuerda de cuando su hijo Pedro le dijo que CAM no se hacía cargo del ‘crack’ del banco estadounidense. Pedro dijo que actuó movido por las noticias sobre la crisis bancaria, ya que la caja nunca les informó oficialmente de lo ocurrido con los bonos. «Solo nos ofrecieron como arreglo», añadió, «meter otros 150.000 euros a un interés del 14% para poder recuperar el capital en 5 años».
La sentencia ganada por Adelia sigue la estela de la resolución con la que Isabel Alcaraz logró que su banco le devolviera el dinero de una inversión. Fue en junio, cuando Pérez (defendida como Ros por el abogado Jaime Navarro) consiguió que la Audiencia Provincial ordenara a Bankinter reintegrarle 58.000 euros que metió en lo que creía que era un fondo sin riesgo.