El ministro de Interior ha desatado una crisis con su decisión de apartar al coronel Pérez de los Cobos, en el marco de la investigación sobre el 8M.
Y arsa que grande él (gachó)…Ustedes ya saben, sí, este ministro, el Grande-Marlaska. Que lo mismo que pone firme a toda la Benemérita al loro, a coscar a los desafectos al régimen, que crecen como las setas entre las chapuzas de la pandemia. Que también espía a los mismísimos espías, a ver que informes se hacen o no por el cuerpo porque si no te ceso y tentetieso.
Y que le da igual que le dá lo mismo al tío que si eres todo un comandante o todito un general. Que vamos, que ni Franco era tan grande ni tan expedito como nos ha salido sin duda nuestro Grande-Marlaska. Ni metía tanto miedo. Digo.
Pues eso sí, que después para explicarlo que es muy humilde el tío y cuando le preguntan lo mismo te dice que no, que todo fue un lapsus o que los cesados, o los dimitidos en verdad, ya estaban a media jornada en el hogar del jubilado, o lo tan socorrido de que ya ves tú… que ya tocaba hombre, que no se podia aguantar…que había que renovar, que ya olían los equipos…Vamos, que si todos los ministros fueran como él, sería el fin del periodismo.
Ay Marlaska… pero que aburrido nos saliste! que tanto ministerio y tanto pedazo ministro y nunca pasa na, pero na de na. Que nunca nos das una mísera noticia que echarnos a la boca. Tacaño que eres; que al final todo se queda en bulos, en despistes o ya tu ves, en vulgares prejubilaciones. Según nos cuenta la primera. La tercera. La quinta, la cuarta, y hasta la sexta de la tarde.
Y todos vamos y nos lo tragamos. Claro. Porque además lo explican muy bien; que otra cosa no, pero que el tío este es muy pero que muy creíble. Y el que no se lo crea, peor pa él…que pa eso se van y se sueltan los quince kilos a las TV y se les promete el oro y el moro… y lo que haga falta, y ahora mismo, y todo es otra casualidad, no seas mal pensado, le actualizan o así los emolumentos y a toda la Benemérita. Y olé !…Y de propina a la policía. Y toma ya !
Y lo que tiene más mérito que nada es que toda esta faena la paga el Grande-Marlaska este, que para algo es tan grande y de su propio peculio. Según me han dicho, pero es un secreto. Así que su cumbre exhibición encima «no nos cuesta» ni un solo céntimo a los españoles. Arte que tiene, se llama esto. Y rumboso.
Que ya sabemos que lo público es sagrado para los socialistas y que hay que ahorrar muchacho, sobre todo para esto de la maldita pandemia y lo de la crisis y tal. Y gracias por tanto, que usted sí que sabe y es un gran señor, vamos, como los de antes. Grande, grande, sí, pero Marlaska. Digo.
Jaime Navarro, abogado especialista en estafas bancarias @jaimenavarroabo
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