Artículo publicado en el diario “El Mundo” 11/11/201

Hoy, al igual que ayer, y antes de ayer, y todos los días desde que se agravó la crisis, mientras nos tomamos el café, más de 500 familias son expulsadas de sus hogares, una situación, que desde los tristes tiempos de la posguerra, que sucedieron a la trágica Guerra Civil española, no se había conocido en España. Esta escalofriante cifra, es uno de los síntomas que mejor define la excepcionalidad de la situación económica y social que nos asedia.

Los españoles, atónitos, contemplamos como las empresas dedicadas al viejo oficio bancario han sido las principales responsables de la severa crisis económica que padecemos, para además, en pleno proceso de destrucción de miles de empresas y de la desaparición de cientos de miles de puestos de trabajo, advertir, como el Estado, asiste únicamente a las entidades bancarias, abandonando a su suerte a todos los demás sectores empresariales. Con el dinero de todos, se ha salvado a unas entidades que siendo artífices de la actual crisis, tienen como actividad, más pública y conocida actualmente, el desalojo de sus hogares de esos miles de españoles que, sin embargo, con sus impuestos y contribuciones al Erario Público, han rescatado de la ruina, y por ello del desahucio empresarial, a esas corporaciones financieras.

En una situación de tan extrema injusticia e inmoralidad, han surgido algunas armas legales para defenderse de tamaña agresión y agravio comparativo: los que suplicaron y aceptaron gustosos el rescate del Estado, y por ello la generosa ayuda del pueblo- que es, siempre, el que sufraga de fondos a ese Estado-, sin embargo, se muestran inflexibles ante las situaciones de insolvencia de sus deudores hipotecarios, y, por tanto, de ese pueblo, que les ha socorrido, del cual no aceptan ninguna alternativa, ni rogativa, ni negociación, dando por completo la espalda a toda esa gente que sin embargo a ellos los ha rescatado.

Ante esto, y por ejemplo, algunos de los miles de españoles que se ven en peligro de empezar a no pagar la letra mensual de la hipoteca, han ideado, en perfecto uso de la legalidad vigente, alquilar su vivienda hipotecada a un tercero, y registrar ese contrato en el Registro de la Propiedad, de tal manera que, cuando el banco venga a ejecutar la hipoteca, se encuentre con ese derecho de alquiler previamente inscrito- se suele fijar un alquiler por un precio económico y a 50 años o más…-, y, de este modo, al haber un tercero de buena fe, que tiene el derecho de alquiler, es decir, el uso y disfrute de la vivienda, el banco no puede desalojar la misma…

Los que están empleando esta fórmula legal, aconsejan que el contrato de alquiler se haga a persona ajena al círculo familiar, y que los servicios o suministros se pongan a nombre del inquilino, y, cómo no, que el precio de alquiler no difiera mucho del de mercado- que ahora, por cierto, se encuentra también obviamente hundido o a la baja…- .

Pero se está haciendo, y con ello se están evitando los temidos y crueles desahucios, pues ya se sabe, que a grandes males grandes remedios, y, que de todos es conocido, que vivimos en España, donde de la picaresca se hizo una de las bellas artes.

El Gobierno y la Oposición dicen que se van a reunir, que incluso van a nombrar una comisión, y que se van a tomar medidas para frenar este ritmo vertiginoso de desahucios…pero, ese mismo Gobierno y Oposición, también dijeron que se iban a reunir, que iban a nombrar una comisión, y que iban a tomar medidas para arreglar el desaguisado de las Participaciones Preferentes, de las Cuotas Participativas, de las inversiones en Bonos Islandeses, en Lehman Bros o en los complejos Estructurados… productos, todos ellos comercializados, en su gran mayoría, contra las normas más elementales del comercio bancario, pues siendo de altísimo riesgo, sin embargo, han sido vendidos masivamente como inocentes y familiares plazos fijos, con el desastroso resultado final, de todos conocido, de que millones de españoles han visto como se volatilizaban todos sus ahorros, en estas ventas fraudulentas huérfanas de información. Y tampoco ese Gobierno ni esa Oposición han hecho nada hasta la fecha para deshacer este entuerto. Bueno, no, dijeron en su día que iban a reunirse, que nombrarían una comisión, incluso, y, cómo no, que tomarían medidas…

Es por ello que, Juan Español estremecido, observa cómo se han esfumado sus ahorros- o los de sus familiares o los de sus amigos…- y ve como ahora el banco insaciable, además, se quiere quedar con su casa- o la de sus familiares o la de sus amigos…- y es entonces cuando echa mano de su ingenio- lo que antaño se conocía por el genio español- y decide, que no, que antes de que se la quede el banco, que antes, incluso, de que la comisión Gobierno-Oposición tome una decisión, pues, que no…qué mejor se la arrienda a un amigo.

Jaime Navarro.
Abogado experto en finanzas
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